Sección principal (dos columnas)

La localidad de Agón está situada junto al río Huecha. Conserva restos significativos de su antiguo castillo junto a la iglesia parroquial, edificada en el siglo XVI en la que destaca su torre mudéjar. El monumento más importante es, sin duda, la antigua iglesia de Gañarul, una población desaparecida que se integró en el término municipal de Agón. Se trata de un pequeño templo mudejar, actualmente abandonado, que es uno de los ejemplos más bellos y representativos de la arquitectura popular de este período.

La villa de Ainzón se sitúa al pie de la Sierra del Moncayo, en una pequeña loma sobre la vega del río Huecha. Su topónimo es de origen árabe, aunque las primeras referencias históricas sobre Ainzón se remontan al año 1158, cuando aparece citada entre los limites del obispado de Zaragoza.

La población de Alberite de San Juan se sitúa sobre un suave promontorio en la margen derecha del río Huecha. Destacan los restos de una antigua torre musulmana que junto con la actual torre de su iglesia de la Asunción formaron parte del dispositivo defensivo de la localidad. En la iglesia parroquial de la Asunción destaca el ábside mudéjar del siglo XIV. Conserva la Puerta del Lugar de su recinto murado que da acceso a su casco urbano.

La localidad de Albeta se levanta entre el río Huecha y la acequia del Marbadón. Entre su pintoresco caserío encontramos dos hermosas casas solariegas y un antiguo molino de agua, destacando la iglesia de Santiago Apóstol levantada en el siglo XVI. En el polígono industrial de la Gorrona se han encontrado restos de una villa y sus termas romanas del siglo I o II d.C. En su término se encuentra el manantial del Ojo, manantial de aguas medicinales.

La villa de Ambel fue cabeza de una de las encomiendas sanjuanistas más importantes. Sobre el solar que ocupara el antiguo castillo se edificó el palacio de los hospitalarios y la actual iglesia parroquial de San Miguel. Muy cerca se encuentra la ermita de la Virgen del Rosario, de estilo barroco, con su torre mudejar. En la villa abundan los edificios nobles que pertenecieron a los caballeros de la orden, cuyos escudos conservan todavía.

El espacio más representativo de la localidad de Bisimbre está constituido por la plaza, que delimitan la actual Casa Consistorial y la fachada principal de su iglesia parroquial, en cuyo centro se alza un pilar votivo o peirón en el que puede admirarse una placa conmemorativa dedicada a la artista Imperio Argentina. La iglesia parroquial de San Juan Bautista es un monumento representativo de la arquitectura gótico-renacentista.

El caserío de la antigua ciudad ibero romana de Bursau, actualmente Borja se agrupa en torno a la mole del antiguo castillo y del Cinto o Judería Alta, conservando un extraordinario conjunto de edificios característicos de la arquitectura civil aragonesa de los siglos XVI y XVII. De sus numerosos templos destaca la antigua colegiata de Santa María. Son también interesantes las iglesias de los conventos de Santa Clara y de la Concepción. A cinco kilómetros se encuentra el Santuario de la Misericordia, del siglo XVI y, en cuyas proximidades está la cueva de Moncín.

En 1247, el rey Jaime I entregó al monasterio de Veruela la torre que todavía se conserva con el edificio anexo que mandaron levantar los abades del cenobio dsterciense a los que, durante siglos, perteneció Bulbuente. Muy próximo se encuentra la Casa Consistorial, un bello edificio renacentista del siglo XVI. La iglesia parroquial fue construida, también, en esa misma época y, en su interior, se conservan algunas tablas góticas y obras pictóricas de gran interés que formaban parte del cierre del antiguo retablo de Veruela que, hasta época reciente, estuvieron depositadas en la vecina ermita de San Bartolomé, un sencillo edificio del siglo XVIII consagrado al patrono de la localidad.

En posición excéntrica respecto al casco urbano de Bureta y proyectado hacia el cauce del Huecha se levanta la impresionante mole del palacio de los condes de Bureta, que engloba los restos de una antigua torre defensiva de piedra. La iglesia parroquial que forma parte del conjunto del palacio y en cuya cripta se encuentran sepultados algunos de sus condes, fue construida en el siglo XVIII y en ella podemos admirar una espectacular fachada de estilo barroco.

Enmarcados en la categoría de zona arqueológica, Frescano alberga los yacimientos de Burrén, Burrena, Morredón y La Cruz, auténticos poblados pertenecientes a la primera y segunda edad del Hierro. Entre los monumentos más destacados, el antiguo palacio de los duques de Villahermosa, de arquitectura renacentista, y la iglesia parroquial, de estilo barroco, que formó parte del conjunto palaciego. Especial interés reviste la ermita de Ntra. Sra. de la Huerta, situada en los extramuros.

Fuendejalon conserva edificios solariegos rodeados por un cinturón de bodegas bajo tierra donde se guardan excelentes vinos. Destaca la iglesia de San Juan Bautista, de estilo gótico, construida en el siglo XVI en piedra de sillería y coronada por una torre con decoración mudéjar. La ermita de Nuestra Señora del Castillo, de estilo barroco, fue levantada sobre las ruinas de una antigua fortaleza.

Magallón fue plaza fuerte que defendió durante siglos la frontera castellano-aragonesa. De su antiguo castillo se conserva la torre del homenaje, formando parte del conjunto de la iglesia de San Lorenzo, un templo levantado en el siglo XVI. En su casco urbano se conservan numerosos edificios de interés, entre los que destaca el antiguo convento de Dominicos, recientemente rehabilitado como Casa de Cultura y que acoge el Ayuntamiento. La iglesia anexa de Nuestra Señora de la Huerta, ejemplo singular de mudejar.

En época musulmana, Malejan fue una almunia o finca de recreo, mandada edificar por el rey de la taifa zaragozana en las afueras de Borja. Se han conservado unos interesantísimos restos de la decoración de su mezquita y algunas de la torres que formaron parte de su castillo. Tras la reconquista fue donada al monasterio de Veruela, que la mantuvo en su poder hasta el siglo XV. A partir de ese momento, se convirtió en señorío laico, ocupando sus propietarios el antiguo castillo, junto al que fue edificada la iglesia parroquial en la que, la capilla de Santa Bárbara está ubicada en uno de los torreones.

La localidad de Mallen, situada alrededor del monte el Castillo, entre los ríos Huecha y Ebro, fue entregada a la Orden de San Juan desde la Reconquista, y se convirtió en la primera encomienda hospitalaria de Aragón. Su casco urbano, agrupado en torno a la loma en la que se alzó el castillo, hoy desaparecido, conserva todavía un importante conjunto de palacios y casas solariegas. La iglesia de los Angeles conserva restos del antiguo templo románico.

Novillas es la primera población que baña el río Ebro cuando viene de Navarra y aquí recibe las aguas del río Huecha. Sobre los restos del antiguo castillo se levantó en el siglo XVI el palacio de los comendadores de la orden de San Juan. Otra obra destacada es la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, del siglo XVIII y estilo neoclásico. A orillas del Ebro existe un pequeño fuerte fusilero, hoy utilizado como corral de ganado. En el año 1982 se construyó el puente que cruza el río Ebro, todo un hito para el pueblo.

Pozuelo de Aragón fue fundado como una granja por el Monasterio de Veruela, mediante carta puebla de 1245. Su iglesia parroquial está dedicada a la Asunción de la Virgen y es una construcción gótico renacentista del siglo XVI con torre cuadrada mudéjar. Cercana a la población se levanta la ermita de Santa Ana.

El pintoresco emplazamiento de Tabuenca está dominado por la iglesia parroquial, de estilo gótico, a la que se accede por una amplia escalinata que ofrece una singular perspectiva. Junto a ella, se conserva el edificio del antiguo hospital y, muy próxima, la Casa Consistorial, un interesante monumento, característico de la arquitectura renacentista aragonesa. En las afueras del casco urbano podemos admirar la ermita de Ntra. Sra. del Niño Perdido, un edificio de estilo historicista, construido en 1878.

El emplazamiento de Talamantes bajo los picos de Herrera, es uno de los más pintorescos de la Comarca. En lo alto de un cerro se alzan los restos del castillo que defendía este sector de la raya. Al pie del mismo, se agrupa el caserío entre el que destaca la iglesia parroquial de San Pedro, un monumento del siglo XVI. La ermita de San Miguel, patrono del municipio, que se encuentra enclavada en un bello paraje es un edificio del siglo XIII de una sola nave con ábside semicircular.