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Vista panorámica

Imagen obtenida de José Antonio Cabetas Aliaga bajo licencia de Creative Commons

La localidad de Nonaspe pertenece a la Comarca del Bajo Aragón-Caspe y está situada a 150 Km. de Zaragoza y 172 metros de altitud.

Su término tiene una superficie de 111.4 kilómetros cuadrados y cuenta con una población aproximada de 1064 habitantes, a los que se conoce con el gentilicio de nonaspino.

Comprende las entidades de población de Nonaspe.

Nonaspe, o Nonasp, se encuentra ubicado en una terraza a la izquierda del Río Matarraña, un kilómetro antes de su confluencia con el río Algás.

Situado en una terraza rocosa que forma un despeñadero sobre la margen derecha del Río Matarraña, encontramos el Castillo, antigua fortaleza que actualmente es una casona de planta irregular adaptada a las condiciones orográficas del terreno. Alberga la Casa Consistorial de la villa.

La Iglesia de San Bartolomé es de principios del siglo XIV, y conserva todavía el románico de su fachada y el gótico, pese a haber sufrido muchas modificaciones.

Su hermosa Ermita Nuestra Señora de Dos Aguas situada a 1 Km. de la villa, en la confluencia de los ríos Matarraña y el Algás, bien conservada, está rodeada de un parque de grandes piñeras, algunas de 23 metros de altura y un diámetro de 1,31 metros.

Extramuros de la villa estaba la ermita de San Sebastián, desaparecida a mitad del siglo XIX, y que tenía adosado el hospital, que aparece como perteneciente al camino de Santiago.

El término municipal lo riegan los ríos Algás y Matarraña, y tiene altitudes por encima de los 200 metros entre las que destacan el Puig de la Vall del Volter con 301 metros, el Tossal de la Cogulla con 315 metros y el Tossal de la Cala con 336 metros.

Linda con los términos aragoneses de Fabara, Fayón y Mequinenza y los catalanes de Batea y la Pobla de Masaluca.

En coche, desde Zaragoza se llega por la carretera N-II o por la autopista AP-2, en dirección a Fraga, tomando la carretera A-230 en el desvío de Bujaraloz. Otra posibilidad es coger la N-232 hasta Quinto, donde se continúa por la A-221 hasta Chiprana, para seguir hasta Caspe.

Desde Caspe, continúar por la A-221 hacia Maella, tomando a la izquierda la A-1411 hacia Fabara donde tomaremos la A-2411 hasta Nonaspe. Otra posibilidad es por la N-211 dirección Mequinenza, tomando desvío a la derecha para enlazar con la la A-1411 hacia Fabara, tomando el desvío a la izquierda por la Z-1626 hacia Nonaspe.

En tren, Renfe.

Amplíar mapa de Nonaspe

Alfonso I el Batallador reconquista la zona en el año 1133, perdida nuevamente tras su derrota en Fraga. Alfonso II reconquista nuevamente Nonaspe sobre el año 1167-1168, y vuelve a ser entregado a su adalid Jimeno de Artusella, alférez del rey, jefe de hueste real, procurador de víveres y jefe de la valiosa caballería, que tuvo Nonaspe y su castillo, y lo cedió a su hijo Artal, hasta que hizo un intercambio de propiedades en 1209, con su hermana Elvira de Artusella, casada con Guillem de Cervello, miembro de una poderosa familia catalana ligada en varias generaciones a los reyes. En el año 1248, una vez viuda, lo dono a la Orden del Temple dependiendo de su castillo de Miravet.

Durante el gobierno de Ramón Berenguer IV, Nonaspe mantenía a raya al enemigo en el Río Matarraña en su confluencia con el río Algás.

Al desaparecer los templarios sobre el año 1308, paso a pertenecer a los hospitalarios hasta la [_desamortizacióndeMendizabal_].

En 1409 fue comendador de la villa el sanjuanista Fray Salvador de Luna.

Por su situación fronteriza con Cataluña, sufre continuos saqueos y quemas de la villa por parte de las tropas catalanas apoyadas por el Francés, quien toma Nonaspe en 1648 y quema todos los documentos. Al año siguiente es atacada de nuevo desde Flix, y en 1681 la villa es inicendiada por el Francés.

Diego Barbastro fue comendador y protector de Nonaspe en el año 1727.

Existe una torre fortín del siglo XIX de la época de las Guerras Carlistas, que tiene algunas de sus paredes medio derruidas.

Cuadrilongo de base redondeada. De gules, olivo nurido, de oro, con una filiera de plata. Al timbre, Corona Real cerrada.

Paño rojo de proporción dos tercios, un cabrio ondeado invertido blanco, superado de un olivo amarillo.