Catedral de Nuestra Señora de la Huerta en Tarazona, Patrimonio en la Provincia de Zaragoza
Catedral de Nuestra Señora de la Huerta en Tarazona
La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona inicia su construcción en el año 1162, en los extramuros de la ciudad hoy Plaza de la Seo, y bajo la denominación de Nuestra Señora de la Hidria. La primitiva iglesia se consagra en 1235. Fue ampliada durante el reinado de don Jaime I el Conquistador, quien se veló en esta iglesia. El conjunto de la catedral obedeció a un plan uniforme realizado con con lentitud: tres naves con crucero, cabecera semicircular y girola con capillas radiales.
Atacada Tarazona por Pedro el Cruel en el siglo XIV durante la Guerra de los Dos Pedros entre Castilla y Aragón, la Catedral, al estar situada fuera del Cinto, fue tomada y empleada como cuartel. Fué saqueada, se quemó su archivo, se destruyó el claustro y todo el edificio sufrió graves daños.
Después de la devastación, los hermanos Pérez Calvillo la reconstruyeron y costearon la capilla de los Santos Lorenzo, Prudencio y Catalina en la girola, dotándola de un magnífico retablo e instalando allí sus sepulcros.
El conjunto de la catedral está formado por la iglesia, el claustro y las dependencias canonicales. La primitiva fábrica del templo de estilo Gótico francés sufrió un cambio de obra a partir del siglo XIV de estilo mudéjar que afectó a la conclusión de las naves, las capillas perimetrales, las fachadas exteriores, el cimborrio y la torre de los siglos XIV al XVI. El púlpito, del siglo XVI, posee una barandilla decorada con una lacería calada de tradición mudéjar. El claustro de planta cuadrangular se cubre con bóveda de crucería estrellada del siglo XVI y unos ventanales decorados con yeserías caladas de dibujo geométrico.
El templo es de planta tipo basilical de tres naves, presenta crucero acusado en planta. Los soportes son pilares cilíndricos en la nave central, mientras que en las naves laterales y en la girola encontramos pilares cruciformes con semicolumnas. En la cabecera, el elemento sustentante son pilares octogonales. Tanto en la zona del deambulatorio como en las naves se fueron abriendo capillas ya desde el siglo XIV.
Sobre los arcos formeros, tanto en la cabecera como en los brazos del crucero, se dispone un triforio corrido de arcos apuntados que descansan sobre columnitas cilíndricas y poligonales.
La nave central, la cabecera y los brazos del crucero están cubiertas con bóvedas de crucería estrellada aunque, en realidad, la mayor parte de los tramos son de crucería simple y no alcanzaron su apariencia actual hasta que en el siglo XVI fueron decorados con combados y terceletes de yeso.
La parte más antigua es la cabecera del segundo cuarto del siglo XIII, concebida según los mo del Gótico del norte de Francia. De la primitiva girola se conserva el deambulatorio y la zona de tránsito a la sacristia, mientras que las capillas radiales fueron sustituidas con posterioridad.
El cimborrio sobre el crucero de la catedral es una obra mudéjar que sustituyó a uno anterior que en 1519 amenazaba ruina. Fue decorado a partir de 1546 por Alonso González con temas y motivos plenamente renacientes. En su estructura interior sigue con el paso al octógono por medio de trompas aveneradas en los ángulos. Se lanzan los nervios en paralelo, para formar el octógono central y la estrella de ocho puntas. Éste es más recargado, tanto en el primer espacio, como en la cubrición de la linterna central. Al exterior presenta una volumetría en tres cuerpos escalonados, que suben suavizados por los torreoncillos aplicados en la parte superior de los contrafuertes. Los vanos se decoran con ovas, los contrafuertes se desmaterializan con huecos abiertos en arco de aproximación de filas de ladrillo. Todo el conjunto se decora con cerámica en verde y blanco y con paños de dientes de sierra.
La torre de la catedral de Tarazona, construida en los siglos XIV al XVI, se comenzó en estilo Gótico con piedra sillar en el primer cuerpo, el cuerpo intermedio en ladrillo de inspiración mudéjar, siendo rematada en 1588 la zona de campanas, aunque construída en ladrillo no es plenamente mudéjar. Conserva de la tradición mudéjar los torreoncillos en las esquinas que suavizan el paso de la planta cuadrada a la octogonal del remate. Así como el intento de no dejar los muros totalmente lisos, aplicando casetones y arquitos de medio punto.
El claustro, en el flanco sur de la iglesia, comenzó a levantarse en una primera etapa entre 1496 y 1521, para seguir en una segunda fase a partir de 1529. Tiene planta cuadrada y siete tramos por cada lado, cubiertos por bóvedas de crucería estrellada, que en los tramos centrales se complica todavía más, dando al espectador todo un muestrario de bóvedas estrelladas llevadas a sus últimas consecuencias en lo decorativo. Sus celosías cierran los vanos tapizando y proyectando una alfombra movible en el suelo, y un tapiz forrando las paredes.
El pórtico principal, sito en el brazo norte del crucero, se construyó en 1577, siendo reformado en 1788. Destaca la portada, constituida por un gran arco de medio punto abocinado, decorado en el intradós y en los derrames con figuras de la Caridad, San Pedro, San Pablo, San Gaudioso y San Atilano, alternando con cariátides que representan a las virtudes. Fue encargado al escultor local Bernal del Fuego.
En la nave central, adosado al pilar del quinto tramo, en el lado del Evangelio, se encuentra el púlpito. Es una obra muy notable, de planta octogonal sobre ménsula con tres esfinges y pretil de paneles decorados con tracerías góticas y renacientes. Fue realizado en 1506 por el entallador Pedro de Cerdeña y es uno de los primeros ejemplos bien documentados en Aragón de utilización del vocabulario ornamental renacentista. Sobre él se localiza el tornavoz, añadido a mediados del siglo XVI, bellamente decorado con bustos alojados en frontones triangulares.
El actual órgano, situado a los pies de la nave, cuenta con una magnífica caja. Fue construido a expensas del obispo José Laplana Castellón a fines del siglo XVIII.
Entre 1603 y 1614 se construyó el retablo de la capilla mayor, obra del mazonero Jaime Viñola y del escultor Diego Martínez, ambos de Calatayud, y policromado por Agustín Leonardo y Gil Jiménez, vecinos de Tarazona, todo a expensas del obispo fray Diego de Yepes. Dedicado a la Virgen de la Hidria o de la Huerta, dentro de una estructura de tipo manierista representa escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, con figuras de los santos patronos del obispado de Tarazona. Para su altar realizó el platero Lamberto Garro el rico frontal de plata, entre 1717 y 1724.
Destaca el complejo sistema de yeserías que recubren los ventanales, rehechas en buena medida en nuestro siglo.
El templo reune un conjunto de estilos diversos, desde el primer gótico del siglo XIII hasta sus últimas manifestaciones del siglo XV, para enlazar con el renacimiento del siglo XVI, aderezados con la tradición arquitectónica del mudéjar aragonés. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
Principales referencias consultadas:
Páginas del Ayuntamiento y de la Comarca,
Zaragoza Turismo (DPZ),
Red Aragón,
Gran Enciclopedia Aragonesa y
Wikipedia.
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Catedral de Nuestra Señora de la HuertaImagen obtenida de José Antonio Cabetas Aliaga bajo licencia de Creative Commons
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Cimborrio Catedral de Nuestra Señora de la HuertaImagen obtenida de Tarazona Monumental bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Torre Catedral de Nuestra Señora de la HuertaImagen obtenida de Tarazona Monumental bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Pórtico Catedral de Nuestra Señora de la HuertaImagen obtenida de Tarazona Monumental bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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