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Vista panorámica

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La localidad de Aguarón pertenece a la Comarca del Campo de Cariñena y está situada a 48 Km. de Zaragoza y 649 metros de altitud.

Su término tiene una superficie de 36.6 kilómetros cuadrados y cuenta con una población aproximada de 848 habitantes, a los que se conoce con el gentilicio de aguaronero.

Comprende las entidades de población de Aguarón.

La villa de Aguarón se encuentra situada en la Sierra de Algairén, conservando su casco urbano parte de sus edificios neoclásicos.

Ha estado bajo la jurisdicción de la Abadesa del Monasterio de Trasobares desde el siglo XII hasta principios del siglo XIX.

El antiguo castillo de la villa está totalmente desaparecido y sólo queda evocado su recuerdo en los blasones del escudo.

Entre su caserío destaca la Iglesia de San Miguel Arcángel, obra barroca del siglo XVIII que tiene adosadas dos torres de cuatro cuerpos que flanquean su fachada.

El Ayuntamiento de Aguarón, construcción neoclásica del siglo XVIII, pre4senta en la planta baja un porche con tres arcos de medio punto.

No debemos dejar de visitar el museo de pintura contemporánea Marín Bosqued, pintor de la localidad que donó su obra a su pueblo natal y que se ubica en la casa de cultura.

En el Paraje el Santo, en la Sierra de Algairén, encontramos la Ermita de San Cristóbal, pequeño construcción del siglo XVI muy transformada por reformas posteriores, que conserva dos retablos de madera del siglo XVI.

En el entorno de la ermita, espacio natural de pinos, encinas y carrascas, se ha creado el parque de El Santo y se ha equipado con mesas-merendero y parrillas y se han construido dos albergues.

Por la carretera N-330 (Zaragoza a Valencia), tomar en Cariñena la carretera A-220 en dirección a La Almunia de Doña Godina. A pocos metros se encuentra el desvío hacia Aguarón por la A-1504.

En autobús, líneas regulares de Agreda Automovil.

Amplíar mapa de Aguarón

En el monte Peñatajada encontramos indicios o restos de galerías subterráneas de antigüedad más que remota, en simas muy profundas, en las cuales se beneficiaba el mineral argentífero.

Aguarón ha estado bajo la jurisdicción de la Abadesa del Monasterio de Trasobares desde el siglo XII hasta principios del siglo XIX. Las monjas bernardas ostentaron la plena soberanía sobre la localidad desde los tiempos muy próximos a su reconquista hasta la supresión de los señoríos, que tuvo lugar en virtud de la ley votada por las Cortes de Cádiz en 1811. El cese total de sus relaciones con Aguarón no llegaría hasta el año 1835, en que decretada la supresión de las Órdenes religiosas en todo el país, los bienes que éstas poseían fueron incautados por el Estado.

La donación del pueblo de Trasobares a las religiosas bernardas fue un privilegio de Alfonso II de Aragón y de su esposa Doña Sancha en el año 1188. La fundación del Monasterio parece remontarse a una época bastante anterior. Las hijas de las más poderosas familias del Reino ingresan como novicias, y muy pronto el convento cisterciense se convierte en una próspera fundación predilecta de los Reyes, quienes la dotan con rentas muy pingües, entre las cuales se cuentan los términos y lugares de Aguarón, Trasobares y Tabuenca, cuyos vecinos viven desde finales del siglo XII sujetos, como vasallos del Monasterio, al yugo benévolo de su Abadesa.

En 1357, durante la llamada Guerra de los Pedros, las monjas se trasladaron al castillo de Aguarón al haber sido destruido Trasobares. En 1398 el rey Martin I concedió la jurisdicción y otros derechos sobre Aguarón a la abadesa.

A principios del siglo XV tanto Aguarón como Trasobares y Tabuenca se vieron afectados notablemente con ocasión de los disturbios acaecidos en Aragón con motivo de la sucesión de Martin el Humano. Las salpicaduras de aquella turbulenta época llegaron al Monasterio y las monjas volvieron a residir en el castillo de Aguarón, al ser expulsadas por el Papa Benedicto XIII de su convento. Éstas vieron en la coronación de Martín V la salvación del severo castigo impuesto por el pontífice y Roma les concedió su perdón y la facultad de volver a residir en Trasobares, dejando su provisional asilo de Aguarón en 1419.

A partir de 1835 la villa dejó de pagar las décimas y demás derechos señoriales a las religiosas de Monasterio de Trasobares, las cuales poseían hasta aquella época las mejores bodegas de la localidad.

La utilidad del Castillo de Aguarón resultó discutible al cesar las contiendas medievales y en los siglos posteriores se aceleró su ruina. Desaparecido en la actualidad, sólo queda evocado su recuerdo en los blasones del Escudo local.

Cuadrilongo de base circular. De gules, torre donjonada de un homenaje con cúpula, todo de oro, mazonada de sable aclarada de azur, acostada de dos árboles, de sinople, perfilados de oro; en los cantones del jefe dos taus mayúsculas, de plata. Al timbre, Corona Real cerrada.

Paño amarillo, de proporción 2/3, con franja verde almenada en sus lados superior e inferior, y en su centro franja horizontal roja -cuyo ancho es equivalente a 1/3 del total del paño- cargada de otra azul más estrecha.