Conjunto Fortificado Islámico en Calatayud, Patrimonio en la Provincia de Zaragoza
Conjunto Fortificado Islámico en Calatayud
El conjunto fortificado islámico de Calatayud, castillo, muralla y puertas, es el más antiguo que se conserva de la época musulmana en la Península Ibérica, y uno de los más antiguos del mundo islámico.
La ciudad de Qal’at Ayyub fue fundada de nueva planta por el emir interino Ayyub (716), constituyendo su primer núcleo musulmán un castillo que lleva su nombre, al tiempo que lo ha dado también a la ciudad (qalat Ayyub); en el siglo IX (862-863) Muhammad I establece como gobernadores de la ciudad a los tuyibíes, reconstruyendo y amplíando el recinto fortificado para hacer frente a la familia de los Banu Qasi de Zaragoza que querían apoderarse de la ciudad. La dominación musulmana duró hasta la reconquista de la ciudad por Alfonso I el Batallador en 1120, tras haber conquistado Zaragoza dos años antes, y poniendo fin a cuatro siglos de dominio islámico.
Al situarse la población en una hondonada atravesada por dos barrancos, y parcialmente rodeada al norte por escarpados cerros de yeso, la disposición de las defensas es compleja. Hay cinco puntos defensivos o castillos en alto, que se enlazan mediante murallas que bajan a los barrancos y vuelven a subir.
Castillo de Doña Martina
Situado en el centro de la medina, es el mayor de todos, con una planta alargada de 140 metros Flanqueado al norte y al sur por los barrancos de la Rúa y de las Pozas, puede apreciarse que su natural unión con el cerro a poniente ha sido artificialmente cortada, con un gran movimiento de tierras, para conseguir una elevación asilada.
A diferencia de los demás castillo del conjunto, los muros son de piedra sillar de caliza, a veces aparejada a tizón, y en el lado de poniente con cuatro niveles de entramado de madera. Es con gran seguridad la fundación islámica primitiva, la Qal’at de Ayyub, del siglo VIII o primera mitad del siglo IX.
Castillo Mayor o de Ayyub
También de planta alargada, de unos 100 metros, ocupa el punto dominante del conjunto y, como el resto de las fortificaciones, hay que atribuirlo a la ampliación de la segunda mitad del siglo IX. Tiene dos recintos, el bajo al norte y el alto al sur, mirando a la ciudad. En los extremos de este hay dos torreones de mampostería y tapial, de planta octogonal.
Al interior se dividen en dos estancias que se cubren con una bóveda de cañón y tres semiesféricas. El acceso a la azotea, desde el adarve de la muralla que los enlaza, se hace por estrechas escaleras intramurales de desarrollo helicoidal. Es el caso más antiguo conocido del empleo de estas soluciones técnicas en Al-Andalus. Se conserva un aljibe y restos de otro. Durante las Guerras Carlistas, en el siglo XIX, se acondicionó como fuerte de fusilería.
Castillo Real o del Reloj
Del torreón al borde del precipicio que antes se citaba, seguía la muralla hacia el su hasta este otro castillo, del que, desaparecidos sus torreones, sólo se identifica su planta alargada, con recintos alto y bajo. Quedan algunas cámaras y escaleras excavadas en la roca de yeso.
Una muralla enlazaba este castillo con el de Doña Martina, y en ella, al cruzar el barranco de la Rúa, se abría la puerta de Valencia que, ya intramuros, se conservó hasta el siglo XVII.
Castillo de la Torre Mocha
Sobre un cerro a poniente, entre los dos barrancos, la Torre Mocha, más que un castillo, es un recinto cerrado. Además de los tramos de murallas al norte y al oeste que forman parte del perímetro general, un lienzo que conecta con el castillo de Doña Martina separa este espacio de la zona urbana habitada.
En su centro destaca una alta torre octogonal, con bóvedas semiesféricas, que tal vez sirviera de aljibe. Además de ser un necesario cierre defensivo por el noroeste, es posible que este lugar fuese utilizado también como albacara.
Castillo de la Peña
En el extremo de otro cerro al suroeste se alzaba otro castillo, sobre el que se edificó tras la conquista cristiana la iglesia de la Virgen de la Peña. El castillo del que sólo queda la planta y cámaras excavadas en la roca, se unía al norte con el recinto de la Torre Mocha, salvando el barranco de las pozas, y otra muralla, volviendo a cruzar el barranco hacia el este, enlazaba con el desconocido perímetro meridional de la ciudad.
Entre este castillo, el de Doña Martina y la Torre Mocha, se ubicaba el populoso barrio judío, en el que aún se conservan restos de su Sinagoga Mayor.
Estos cinco castillos se unían por una serie de murallas formando un recinto de forma irregular, de 25 hectómetros cuadrados, que en la actualidad corresponden a los barrios de Morería, Barrera, Reloj o Lo Picado, La Paz, Puerta de Soria, Verde y Consolación.
La muralla está construida en tapial con paramentos de piedra de yeso, asentada sobre la roca viva que se talló a pico, a fin de aumentar artificialmente la altura y resistencia del recinto. Un foso seco excavado alrededor subsiste todavía en algunos puntos.
Además pervive la torre albarrana y la puerta en herradura, que ha sido restaurada, a partir de la cual la muralla desciende hacia el barranco de la rúa, hasta donde se abría la puerta de Soria, hoy desaparecida.
Principales referencias consultadas:
Páginas del Ayuntamiento y de la Comarca,
Zaragoza Turismo (DPZ),
Red Aragón,
Gran Enciclopedia Aragonesa y
Wikipedia.
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Conjunto Fortificado IslámicoImagen obtenida de Ricardo Cortés bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Castillo de Doña MartinaImagen obtenida de Galería Ayuntamiento bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Castillo Mayor o de AyyubImagen obtenida de PSOE Media bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Castillo Real o del RelojImagen obtenida de Castillos de Aragón bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Castillo de la Torre MochaImagen obtenida de Castillos de Aragón bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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Castillo de la PeñaImagen obtenida de Castillos de Aragón bajo licencia de © Todos los derechos reservados
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