Patrimonio Mudéjar en la Ciudad de Zaragoza, Patrimonio Histórico
Patrimonio Mudéjar en la Ciudad de Zaragoza
El Arco y la Casa del Deán de Zaragoza constituyen uno de los rincones más emblemáticos de nuestra ciudad. Su origen se sitúa en el siglo XIII, cuando se planteó llevar a cabo una construcción que comunicase la catedral con la nueva casa del deán, cabeza del cabildo después del prelado.
El emplazamiento de los Baños Judíos de Zaragoza quedaba frente a la Judería y especialmente frente a la fortaleza conocida por Castillo de los Judíos, que estaba sobre el solar que actualmente ocupa el Seminario de San Carlos. Este Castillo de los Judíos servia también de cárcel, sinagoga mayor, hospital y carnicería. Unicamente se conserva una sala rectangular.
La Catedral de San Salvador de Zaragoza, o la Seo, fue construida sobre el espacio que habían ocupado el templo romano del foro, la iglesia visigoda y la mezquita mayor musulmana. Las obras se inician a finales del siglo XII, siguiendo las pautas artísticas del románico tardío, En el templo encontramos un conjunto de estilos, que combina desde el Románico hasta el Neoclásico.
El Convento del Santo Sepulcro de Zaragoza está ubicado junto a la muralla romana, en el noroeste de la ciudad. Este monasterio, cuya fundación se remonta al siglo XIII, es un claro exponente de la arquitectura monástica de estilo mudéjar en Aragón. De ahí la importancia singular del monumento, que es convento de clausura.
La Iglesia de San Gil Abad de Zaragoza fue levantada a mediados del siglo XIV sobre el solar de un templo románico anterior que fue destruido para levantar sobre sus ruinas la actual iglesia mudéjar. Su torre-contrafuerte combina la planta cuadrada de los pisos inferiores con la rectangular de los superiores. Con la reforma barroca fue reorientada y redecorada.
La Iglesia de San Miguel de los Navarros de Zaragoza, antigua construcción románica que se reemplaza y amplía en el siglo XIV por una nueva iglesia mudéjar, se reforma posteriormente en época barroca. Cuenta con un bello ábside con decoración mudéjar y torre de planta cuadrada y dividida en tres cuerpos, los dos superiores cubiertos de labores en ladrillo resaltado.
La Iglesia de San Pablo de Zaragoza, sustituta de la antigua ermita románica de San Blas, es el resultado de una serie de añadidos que fueron ampliando el núcleo original del siglo XIV, siendo el testimonio mudéjar más valioso de la ciudad. En el exterior destaca su esbelta torre campanario de planta octogonal y en el interior el retablo mayor, obra de Damián Forment del siglo XVI.
La Iglesia de Santa Maria Magdalena de Zaragoza se levantó a comienzos del siglo XIV en sustitución de un templo románico anterior que aparece ya en documentos del año 1126. El edificio actual es de estilo mudéjar con reforma barroca, en la que se cambió la orientación del templo y se volvió a decorar su interior. Su torre mudéjar es de planta cuadrada.
El Palacio de la Aljafería de Zaragoza contiene en el interior de su recinto numerosas estancias de diversas épocas y manifestaciones artísticas, como resultado de la trayectoria histórica del monumento: alcázar islámico hudí, palacio medieval mudéjar, palacio de los Reyes Católicos, cárceles y sede de la Inquisición, cuartel militar y sede de las Cortes de Aragón.
El Torreón de Fortea de Zaragoza, de planta cuadrada, fue construido con piedra en la zona inferior y en el alzado con ladrillo a cara vista. Es el ejemplo más importante que conserva la ciudad de la arquitectura civil mudéjar del siglo XV.
El Torreón de la Zuda de Zaragoza se levantó sobre la torre del homenaje del alcázar palacio de La Zuda o Azuda, construido a su vez sobre uno de los torreones de la muralla romana. Fue sede de los gobernadores musulmanes de Saraqusta hasta la reconquista, momento en que paso a ser la residencia de los reyes aragoneses hasta el siglo XIII