Sección principal (dos columnas)

La Iglesia de San Fernando de Torrero de Zaragoza fue construida entre 1796 y 1799, a instancia de Ramón de Pignatelli para parroquia de las familias que habían trabajado en el Canal.

Durante los Sitios, la iglesia sufrió un grave deterioro dado que se utilizó por las tropas francesas como acuartelamiento. Tras su restauración, volvió a abrirse al culto en 1813.

Casi cuadrada en planta, forman parte del conjunto la iglesia y dos viviendas anejas. El edificio presenta una fachada dominada por una severa y armoniosa portada flanqueada por dos esbeltas torres y una voluminosa cúpula sobre tambor, en una línea muy novedosa, la iglesia destaca por su armonía, sus juegos volumétricos y su severa decoración de ladrillo (paramento), piedra de diferente cromatismo (plinto de piedra blanca y columnas, entablamentos y capiteles ocres), e incluso tejas imbrices negras en la cúpula.

El pórtico se conforma por medio de cuatro voluminosas y esbeltas columnas pétreas de orden jónico con guirnaldas colgantes, que soportan un entablamento y frontón con cornisa volada. En el muro interior del pórtico se disponen la puerta de acceso al templo, pilastras jónicas y sencillos óculos decorativos. En los laterales se situan sendas puertas para viviendas.

Las torres, de planta cuadrada, en ladrillo, tienen dos cuerpos. El inferior ciego, está recorrido por pilastras de escaso resalte y elegantes juegos de paneles. El superior, o cuerpo de campanas, presenta vanos moldurados en arco de medio punto y pilastras de orden compuesto junto a los ángulos achaflanados. Se remata con aguzados chapiteles de piedra, con decoración de ímbrices y bolas en los ángulos; una balaustrada interrumpida a la altura del frontón de la fachada las une a éste, formando una pequeña terraza hacia el interior.

Destaca la cúpula de influencia miguelangelesca, que se eleva sobre un tambor muy pronunciado, en el que se abren ocho ventanales entre pilastras pareadas y señaladas en frontón triangular y muros, alternativamente. Se remata mediante una grácil linterna la remata, cuya vistosidad acrecienta la teja vidriada negra que la cubre.

El interior de la iglesia presenta un espacio centralizado ligeramente oval, dispuesto en rotonda coronada por elevada cúpula. La rotonda central presenta unos muros recorridos por grandes pilastras de orden corintio que se agrupan delante de los cuatro machones que soportan la cúpula. La cúpula, de perfil peraltado, se asienta sobre un esbelto tambor en el que alternan ventanas adinteladas, la mayoría ciegas, y parejas de pilastras corintias de las que arranca un anillo quebrado dando paso a la cúpula, rematada con linterna.

La decoración es sencilla, a base de molduras y motivos vegetales de estuco que se concentran especialmente en las capillas laterales. La capilla mayor, de planta trapezoidal, se eleva con un único escalón y se cubre con bóveda de cañón con pequeños lunetos que prolongan sendas ventanas en arco de medio punto situadas sobre las puertas que abren en los muros laterales, comunicando con dos amplias estancias que se destinaron a sacristías. Las capillas laterales presentan planta semicircular cortada en el extremo por un muro; se cubren con cuarto de esfera, igualmente cortado en su fondo por el muro.

La iglesia es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neoclásica religiosa en Aragón. Actualmente es parroquia castrense y se encuentra dentro del recinto del gobierno militar.

Fuente: Zaragoza Turismo