Toro de Ronda en Cariñena, Tradiciones Populares en la Provincia de Zaragoza
Toro de Ronda en Cariñena
El toro de ronda en Aragón es el toro embolado con fuego, siendo conocido en otras zonas como toro de fuego o toro embolado.
Este festejo representa un hecho acaecido en el año 228 a.C. en el transcurso de la batalla de Elice, hoy Elche, cuándo el jefe íbero Orisson viendo la clara inferioridad de su ejército frente al del general cartaginés Almicar Barca ideó la estrategia de colocar haces de paja ardiendo en las astas de los novillos que tiraban de los carros. Todos los animales fueron colocados en primera línea y avanzando hacia el enemigo. Los animales enfurecidos embistieron contra el ejército cartaginés que pese a su superioridad numérica vio como las filas íberas salieron airosas de la batalla.
Para conmemorar esta importante victoria, se tomó la costumbre de soltar un toro con sus astas emboladas con fuego, en fiestas y fechas señaladas, por las noches.
Esta tradición ha perdurado a través de los siglos y hoy tiene gran arraigo en el levante español así como en la comunidad aragonesa y algunas zonas del interior de la península.
En la comunidad aragonesa, la fecha más antigua de la que se tiene constancia de este festejo, es en la localidad turolense de Mora de Rubielos el 28 de Abril de 1677, cuando se hizo para obsequiar a Carlos II, quien lo presenció desde la casa consistorial.
Durante la visita del rey Carlos II a la ciudad de Cariñena, presenció desde la casa consistorial, donde se encontraba hospedado, un festejo de este tipo. En aquella época la actual plaza de la Mora era reconvertida provisionalmente en plaza de toros cuando se celebraban festejos taurinos.
El toro de ronda se puede realizar de dos formas, por las calles siguiendo el recorrido del encierro o en la plaza de toros. En Aragón es más habitual que se realice por las calles, ya que muchas poblaciones no poseen una plaza preparada para dar suelta a un toro.
La afición al Toro de Ronda en Cariñena data desde hace años, y ha estado presente en todas las programaciones oficiales de fiestas. El evento tiene lugar, por las noches, de manera alternativa tanto en la calle Mayor como en la plaza de Toros.
La colocación de las bolas de fuego al toro se suele encargar una cuadrilla de emboladores.
Embolar o engamellar es la acción de preparar y colocarle al toro las bolas de fuego antes del festejo.
El engamellamiento del animal se puede realizar en los corrales, fuera de la vista del público, o en el propio recinto donde se va a dar suelta al toro.
Tras sujetar con una soga al toro por los cuernos, se pasa esta soga a través del agujero del palo o pilón donde se va a sujetar al animal para colocarle los herrajes. El toro es conducido hacia el pilón por la cuadrilla que tira del otro extremo de la soga, y obligado a juntar su testuz contra él. Una vez inmovilizado el astado se procede a la colocación de la gamella o herrajes con las bolas, y que están compuestas por estopa de cáñamo impregnada de materiales inflamables.
Cuando los herrajes están perfectamente colocados se prende fuego a las bolas para inmediatamente después cortar con un cuchillo la cuerda y dejar libre al toro, momento en el animal libera toda su furia contenida durante este trance.
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